Conocí a Carla un poco por casualidad, por tener su local cerca de donde vivimos. No dudé en entrar al mirar entre letra y letra en el cristal. Ella es encantadora y superprofesional. Hace de las flores lo que quieras, reconoce tus gustos y es capaz de improvisar una tiara de flores la misma tarde que tienes cita con la peluquería.

Sus ramos son únicos, la decoración floral en las niñas es exquisita. Nos casamos en octubre de 2015 en el Hotel Botánico del Puerto de la Cruz, lo teníamos todo preparado para el jardín, pero Carla tuvo que improvisar poco tiempo antes por la lluvia. Al final nos quedó una decoración floral en el interior que a nadie dejó indiferente. Solo puedo recomendar al 100% los servicios de esta magnífica profesional.